El alumno es el sujeto de la propia formación, necesita ayuda y apoyo en su proceso formativo, interviene activamente de acuerdo con las exigencias propias de la edad, y asume responsabilidades y niveles de participación proporcionados a su capacidad y madurez

En la medida de sus posibilidades y niveles de desarrollo, los alumnos y las alumnas encuentran en nuestro colegio posibilidades de participación muy variadas mediante:

  • La expresión de intereses e inquietudes a través de la relación educativa que tienen más a su alcance: asistentes, animadores, profesores, etc.
  • El intercambio de puntos de vista con los asistentes sobre la marcha del propio grupo-clase, nivel, así como de los acontecimientos de su entrono
  • La asunción de responsabilidades en la dinámica propia del aula: cuidado de los materiales, aspectos personales, procesos de aprendizajes,.
  • La organización de la vida de clase con el objetivo de canalizar opiniones, promover actividades, tomar decisiones, asumir compromisos, evaluar realizaciones, etc..
  • La participación directa o a través del delegado de clase para elaborar, realizar y evaluar el Proyecto Educativo Pastoral del colegio, proponer iniciativas, colaborar en la toma de decisiones, compartir responsabilidades.

Nuestro colegio considera a cada alumno o alumna, como persona libre y principal responsable y protagonista de su propia realización.

Sin embargo, persuadidos de que no pueden hacerlo solos, tratamos de ofrecerles un acompañamiento respetuoso, estimulante, dinámico y sugerente que les ayude a desarrollar todas sus posibilidades