Lo que caracteriza a la educación salesiana en todo el mundo es un clima de familia, hecho de alegría y confianza.
Todas las obras salesianas son siempre:
- Una ESCUELA, donde no sólo se imparten conocimientos, sino que se forma para la vida, entendida como un servicio a los demás;
- Una PARROQUIA, es decir, una comunidad cristiana que presenta los valores del Evangelio, y acompaña el crecimiento en la fe de los niños, adolescentes y jóvenes;
- Un HOGAR, donde reina el espíritu de familia, y donde las relaciones se viven no tanto recurriendo a normas y reglamentos, sino mediante el afecto y la razón;
- Un PATIO, elemento esencial, lugar de encuentro para experimentar la alegría de estar juntos.